Las trufa negra es un producto forestal no maderero muy preciado. El éxito de las plantaciones de las trufas está despertando interés para establecer huertos en entornos forestales. Una preocupación principal es que el bosque puede actuar como fuente de hongos ectomicorrízicos que podrían desplazar al Tuber melanosporum en plantaciones y afectar la producción de trufa. Este estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Lleida está cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional de la Unión Europea y la Diputación de Lleida. Se ha estudiado los efectos de la distancia del árbol huésped al bosque del entorno para ver el desarrollo de T. melanosporum y la comunidad fúngica asociada a la raíz. Uno de los resultados indican que los robles inoculados con T. melanosporum plantados en áreas cerca de bosques pueden ser colonizadas por otras especies ectomicorríciques, y desarrollar una comunidad microbiana diferente a las habituales establecidas en la plantación. Es necesario realizar más investigaciones para determinar si una comunidad fúngica diferente puede afectar la producción de las trufas en el futuro, pero hasta la fecha de hoy, el micelio de las trufas no parece estar afectado.
Ver el artículo completo en la revista científica publicada en www.elsevier.com/locate/foreco.